No es él, somos nosotros.

El tiempo, no se puede parar. Ni tampoco volver atrás. No puede devolver aquellos días, horas, minutos, segundos...Poco a poco el tiempo va pasando, y los recuerdos son cada vez más lejanos, ininteligiblemente todo va cambiando. Todo, a manos del tiempo. Ya no queda alegría, es demasiado efímera, tan diferente de la tristeza eterna. Los días siguen pasando, imposible detenerlos. Ese parque que siempre estuvo allí, ya no está. Las mismas personas que nos vieron, no volverán a vernos como antes. Todas las horas, minutos y segundos de risas y diversión por teléfono, tal vez vuelvan, pero diferentes.
El tiempo, acabó alejándonos el uno del otro. El tiempo, acabó olvidándonos y olvidándose a sí mismo.
No volvió atrás. Se olvidó.


- Pero, los culpables somos nosotros, malgastando cada segundo de nuestras vidas. Pensadlo.